sábado, 13 de febrero de 2010

El día de los enamorados... ah! Y de la amistad también.

Llega el mes de febrero y al ambiente navideño que aún en enero se percibía, es transformado en el cuento más idílico y comercial que podamos imaginar. En los primeros días de este mes, las tiendas se preparan para decorar sus vitrinas con la estampa del almidonado amor que a su vez compite con las festividades carnestolendas que también se celebran en este fugaz mes del año.

Cuando se trata de amor, todo es invadido por la dulzura, el romance y cualquier cantidad de patrañas cursis que en algún momento hemos vivido. Pero más allá de “celebrar” ese amor inflamado y preñado de buenas intenciones, se gesta una gran campaña publicitaria, donde todo está inspirado por la placidez del amor. Promociones, decorado y una gran cantidad de productos inútiles se nos ofertan constantemente para alagar al ser amado.


Ahora bien, si usted pertenece a ese gran público “normal” que tiene pareja, tiene usted la obligación de comprar alguna tontería para “quedar bien” con su media naranja, y es que hay para todos los gustos y todos los bolsillos, si el presupuesto a quedado un poco grave por culpa del Niño Jesús, puede optar por los artículos que los vendedores informales tienen para salvarlo de miradas feas porque usted no se acordó de ella o de él en un “día tan lindo como este”.


Todo lleno de corazones, burbujas, cositas suaves y esponjosas es lo que nos dice: ¡estamos en el mes del amor!, momento para ser detallistas con el ser que tanto amas, pero ¿y aquél que no tiene pareja?, hombres que no pueden conquistar a esa linda chica que los vuelve locos, ¿y aquellas mujeres exitosas que están solas porque no atinan al hombre que tenga el valor de andar con ellas sin sentirse amenazados?. Por ello, nuestro mundo publicitario no podía perderse a este valioso público y se ha inventado aquello de: “el día del amor y la amistad”.


Pero aun y con el agregado de “amistad”, más del 90% de los productos tienen que ver con la pareja, que no está mal, pero sencillamente no hay equilibrio. Pues no deberíamos considerar un solo día del año como el día del amor, que más allá de expresar cariño y dar un detalle a esa persona especial, resulta ser una batalla campal entre publicidad y el “tengo que comprarle esto a...”. Cuando el amor y la amistad se vuelven un producto más que debemos adquirir, porque es lo que vende el mercado, olvidamos que tanto parejas como amigos están los 365 días del año, en las buenas y en las malas, por lo que sería agradable acordarse de ellos siempre y no porque “es el mes del amor y hay que aprovechar la oferta”.


Y así llega ese día pintoresco, las aves cantan, se siente el amor en el aire, el clima es cálido y si hace mucho calor, habrá un pequeño travieso que le atine un buen bombazo de agua refrescante, porque recuerden que también es el mes del carnaval; y si usted mi querido o querida lectora, están solos y se han olvidado de qué es tener una pareja, pues ese día lo recordará hasta el punto de aborrecerlo, ya que por increíble que parezca, es muy seguro que vea hasta una pareja de perritos acaramelados por la calle.


Verán a los hombres comprando las típicas florcitas rojas, muy posiblemente son artificiales, porque vamos, ¿quien quiere gastar tanto dinero en un ramo de flores naturales que a la semana hay que tirar a la basura?. Otros, más kish optan por el muy repetido globo gigante con un oso en su interior, aquel pobre animal de felpa asfixiado, será la adoración de alguna chica que muy agradecida con su novio, colocara el globo en su cuarto y estará allí hasta que el polvo lo sepulte o en su defecto, ella se lo ponga por la cabeza a él.


Definitivamente, el 14 de febrero es lo más comercial e interesado que el hombre se ha inventado.



La K-Boom


1 comentario:

  1. sin olvidar el constante reforzamiento de las vacias relaciones objetales, donde se compra lo que se siente, y el pobre se morirá de amor en una esquina. Y lo de la amistad, bueno, es otra estrategia de reorientacion o proyección del deseo amoroso a alguien más que se cale andar con uno de gratis... gracias a platon y el mundo globalizado O.o.
    att. rubix

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